He decido olvidarme de ti, así, de esta manera, mientras estudio para el examen de mañana, pero, la cuestión es ¿cómo lo hago? Se dice fácil, pero como fácil viene, fácil se va, como él.
Había pensado miles de formas: en consejos de amigos; en un “ya vendrá otro…” Pero la única forma que me parece factible, es la de humillarte para mis adentros; reírme de ti, de lo chulo que puedes llegar a ser, y mirarte de una manera que nunca olvides, ni si quiera será por el rabillo del ojo, esta vez, te mataré; eliminar todo tipo de contacto contigo, y solo verte por las mañanas, con la cara dormida y esquivarte por el camino de ese colegio que nos presentó.
Aparto el libro, y me pongo a pensar, y me hago una pregunta: ¿De verdad podría yo llegar a ser así? ¿Así de mala? A pesar de poner a prueba todas esas estúpidas ideas, no sé si algún día, podré olvidarle del todo, es difícil olvidar a las personas que han hecho que te sientas especial contigo misma, que te quieras y que te lo creas. Ha dejado una mancha en mi vida, de las que no se quitan, por mucho que frotes.
Hoy en el examen de inglés, me has lanzado una mirada que no sé cómo interpretarla, la he mantenido por si me llevaba alguna sorpresa, pero no, solamente he visto como se iba dirigiendo hacia el papel. No sé con qué intención iba esa mirada, solo sé que me ha dolido, como todas las cosas que hace, cada movimiento que da y no poder ir donde él a decirle: nada. No puedo evitar vigilarle, preguntar a la gente que tal está, y cerrar la boca frente a él. Veo cada día lo injusto que es, como ha tirado toda esta amistad, una amistad que estoy segura de que el recordará, porque en si era una amistad, especial pero lo era. Me gustaría saber si me odia…
Me gustaría saber cómo hemos pasado de un “No si tú estás a mi lado ayudándome” a un ¿a ti te han dado este papel?
Probablemente sean cosas que solo yo entienda, y las que no, solo él las puede saber.